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Gobierno de Florida se prepara para una posible oleada de inmigración ilegal

En un reciente movimiento para reforzar la seguridad y la ley en Florida, el Gobernador Ron DeSantis ha puesto en marcha una serie de acciones dirigidas a gestionar la inmigración y garantizar la seguridad de sus ciudadanos. Durante una conferencia en Miami Beach, anunció el envío de refuerzos de diversas agencias estatales de policía para apoyar a las autoridades locales, especialmente en la anticipada temporada vacacional de primavera de 2024.

Esta medida llega en un momento crítico, considerando la inestabilidad en Haití, que podría impulsar a sus ciudadanos a buscar refugio en Florida. DeSantis, junto a otros líderes republicanos, ha enfatizado la necesidad de abordar la llegada potencial de inmigrantes indocumentados como una cuestión de seguridad estatal. Recientemente, firmó una ley que refuerza las políticas contra la inmigración ilegal, incluyendo la prohibición de identificaciones locales que beneficien a los inmigrantes y el aumento de las penalizaciones para aquellos sin licencia de conducir o con deportaciones previas.

El estado se prepara activamente para lo que el gobernador ha descrito como una posible «invasión», aumentando la vigilancia en las costas para prevenir la entrada ilegal de migrantes. A pesar de no haberse materializado una gran ola migratoria desde Haití, DeSantis subraya la importancia de ser proactivos.

La narrativa adoptada en estas discusiones no solo refleja una postura firme sobre la inmigración ilegal sino que también resalta un aumento en la retórica de urgencia y alarma por parte de los republicanos de Florida. La administración de Biden ha sido frecuentemente criticada por su gestión de la seguridad fronteriza, siendo señalada por poner en riesgo la seguridad de los estadounidenses.

Contrastando con estas afirmaciones, estudios recientes, como uno realizado por la Universidad de Stanford en 2023, indican que los inmigrantes son menos propensos a cometer delitos en comparación con los ciudadanos nacidos en EE. UU. No obstante, figuras como la Procuradora General Ashley Moody y el Jefe de Policía del Condado Polk, Grady Judd, han intensificado el discurso sobre los riesgos asociados con los inmigrantes indocumentados, citando el problema del fentanilo y la criminalidad.

Judd, en particular, ha sido vocal sobre el impacto de las políticas federales en el aumento de la criminalidad, sugiriendo que la presencia de inmigrantes ilegales contribuye significativamente a los delitos en el estado. A pesar de estos comentarios, datos del gobierno revelan que la mayoría de los implicados en el tráfico de fentanilo son ciudadanos estadounidenses.

El enfoque de DeSantis en la inmigración ha incluido el despliegue de agentes y recursos estatales para asistir a la Guardia Costera en la intercepción de migrantes en el mar, una estrategia que ya ha reportado éxitos este año. Estas acciones se presentan como una respuesta firme ante la inmigración ilegal, aunque las cifras indican que la inmigración irregular por el Caribe sigue siendo baja.

Este panorama refleja la complejidad y la polarización en torno a la cuestión migratoria en Florida, donde las medidas adoptadas buscan equilibrar la compasión con la firmeza, en un esfuerzo por mantener la seguridad y el orden público.