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Desafíos Emergentes en el Programa de Asilo a Distancia entre Guatemala y EE.UU.

El programa de Movilidad Segura, una iniciativa pionera entre los gobiernos de Estados Unidos y Guatemala, fue lanzado con el objetivo de desincentivar la migración irregular desde Centroamérica. Sin embargo, ha arrancado con dificultades y cierto escepticismo tanto por parte de los migrantes como de los activistas.

El programa busca procesar solicitudes de asilo, reunificación familiar y visas de manera online a través de su página web, la cual es administrada por el gobierno estadounidense, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los refugiados (Acnur).

Una vez presentada la solicitud en línea, se revisa la elegibilidad del solicitante, se proporciona información sobre las opciones regulares de migración y se asigna una fecha para que el interesado acuda a una cita en los Centros de Atención a Personas Migrantes y Refugiadas (Capmir). Estos centros están ubicados en diversas regiones de Guatemala, incluyendo Petén, Quetzaltenango, San Marcos, Quiché y Huehuetenango.

A pesar de los objetivos prometedores del programa, el inicio ha estado marcado por varios problemas. El Capmir ubicado en Quetzaltenango, por ejemplo, no cuenta aún con las condiciones físicas ni el personal necesario para atender a los solicitantes del programa.

Además, el programa ha generado escepticismo entre los migrantes y activistas. Una de las preocupaciones es que el programa pueda ser inaccesible para muchos migrantes potenciales, ya que los interesados deben tener 18 años, un correo electrónico válido, un número de teléfono válido o un plan de datos internacional, una conexión a internet estable y la capacidad de proporcionar fotografías digitales y copias escaneadas de documentos de identidad como pasaporte y cédula.

El programa de Movilidad Segura es parte de un esfuerzo más amplio para abordar la migración irregular y expandir las vías legales para la migración. Esta iniciativa surge tras una llamada telefónica entre la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, y el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, donde se comprometieron a tomar una serie de pasos críticos para reducir humanamente la migración irregular.

No obstante, la implementación de este programa aún es temprana y se enfrenta a una serie de desafíos. La falta de recursos en los centros de atención y las barreras tecnológicas pueden dificultar el acceso al programa para muchos migrantes. A medida que este programa piloto de seis meses avanza, será crucial monitorear y abordar estos problemas para garantizar que pueda cumplir con su objetivo de proporcionar una vía segura y legal para aquellos que buscan asilo.

Estaremos informando las actualizaciones acerca de este programa. Manténgase atento a nuestras publicaciones.