En un giro dramático de los acontecimientos, un juez federal en Seattle ha pausado la aplicación de la controvertida orden ejecutiva del presidente Donald Trump que buscaba limitar la ciudadanía por nacimiento en los Estados Unidos. La decisión, anunciada el jueves 23 de enero de 2025, marca un importante revés para la administración Trump y reaviva el debate sobre uno de los principios fundamentales de la ciudadanía estadounidense.
La Decisión del Juez
El juez federal John Coughenour, del Distrito Oeste de Washington, calificó la orden ejecutiva de Trump como “blatantemente inconstitucional” durante una audiencia en la que se consideraba la solicitud de Washington y otros tres estados (Arizona, Illinois y Oregon) para suspender la orden. La decisión se produjo después de solo 25 minutos de argumentos entre los abogados del estado de Washington y el Departamento de Justicia.
“Tengo dificultades para entender cómo un miembro del colegio de abogados podría afirmar inequívocamente que esta es una orden constitucional”, declaró el juez Coughenour, añadiendo que “me deja perplejo”.
Contexto de la Orden Ejecutiva
La orden ejecutiva, firmada por Trump el lunes 20 de enero de 2025, poco después de asumir nuevamente la presidencia, buscaba poner fin a la ciudadanía por nacimiento para los bebés nacidos de padres que no son ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes legales. Esta medida ha sido durante mucho tiempo una promesa de campaña de Trump, quien argumenta que la práctica actual fomenta la inmigración ilegal.
Implicaciones Legales y Constitucionales
La ciudadanía por nacimiento está consagrada en la 14ª Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, que establece: “Todas las personas nacidas o naturalizadas en los Estados Unidos y sujetas a su jurisdicción son ciudadanos de los Estados Unidos y del Estado en que residen”.
El profesor de derecho constitucional de la Universidad de Harvard, Laurence Tribe, comentó sobre la decisión: “Esta pausa temporal es solo el primer paso en lo que probablemente será una larga batalla legal. Sin embargo, la rapidez y firmeza con la que el juez actuó sugiere que la orden ejecutiva enfrenta serios desafíos constitucionales”.
Reacciones Políticas y Sociales
La decisión ha provocado una variedad de reacciones en todo el espectro político:
- El fiscal general de Washington, Nick Brown, celebró la decisión, afirmando: “Esta orden está causando un daño inmediato, generalizado y severo. Los ciudadanos están siendo despojados de su derecho más fundamental, que es el derecho a tener derechos”.
- Por otro lado, Brett Shumate, del Departamento de Justicia, argumentó que la prisa por una pausa de emergencia no está justificada, ya que la orden no entra en vigor hasta el 19 de febrero.
- La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) también ha presentado un desafío legal separado contra la orden de Trump.
Próximos Pasos
Mirando hacia el futuro, es probable que el caso sea apelado ante el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito de los Estados Unidos, donde una mayoría de los jueces fueron nombrados por presidentes demócratas. Sin embargo, existe la posibilidad de que la disputa llegue eventualmente a la Corte Suprema de los Estados Unidos.
Conclusión
La decisión del juez Coughenour representa un obstáculo significativo para los planes de la administración Trump de redefinir la ciudadanía estadounidense. A medida que el caso avanza a través del sistema judicial, continuará siendo un tema de intenso debate público y escrutinio legal. La resolución final de este caso podría tener implicaciones de largo alcance para la interpretación de la Constitución y la definición misma de lo que significa ser ciudadano estadounidense.
Este caso sirve como un recordatorio del delicado equilibrio entre el poder ejecutivo y el sistema de controles y contrapesos incorporado en la Constitución de los Estados Unidos. A medida que se desarrolla esta batalla legal, seguirá siendo un tema crucial para observar en los próximos meses.