No se discute que quienes representen una amenaza real deben enfrentar la justicia. El problema comienza cuando se ignora el debido proceso. Hoy se están realizando deportaciones a El Salvador, al parecer sin evidencia clara ni revisión individual de los casos. Personas que no han cometido delitos, podrían estar siendo enviadas a cárceles de máxima seguridad. Sin garantías mínimas, aún no se puede saber si todos los deportados son realmente miembros de bandas criminales o si hay inocentes pagando condenas injustas. Una política migratoria firme.
¿Es esto una medida necesaria o una injusticia que debe revisarse? Su opinión importa. ¿Qué piensa usted sobre este tema?
Déjenos sus comentarios.